Venecia

El Puente de Rialto es una maravilla arquitectónica que durante siglos ha dejado boquiabiertos a todos por su tamaño y belleza. Construido a finales del siglo XVI, es un puente cubierto de 7,5 metros de largo.

Piazza San Marco es una plaza cercana a la laguna y es el salón de la ciudad por excelencia, donde tienen lugar las citas más importantes del Carnaval y otros eventos venecianos. La plaza está presidida por los dos monumentos simbólicos de la ciudad: la Basílica de San Marco, una iglesia monumental con un encanto bizantino que es una visita ineludible, y el Campanile, el edificio más alto de Venecia. Otras atracciones famosas con vistas a la plaza son la Torre del Reloj, el histórico Caffè Florian y el Museo Correr. Muchos edificios famosos se encuentran a lo largo de sus orillas, como la Iglesia de Santa Maria Della Salute, las Galerías de la Academia.

La Basílica de San Marco es una joya de Venecia. Esta catedral combina elementos de la arquitectura gótica, bizantina, románica y renacentista, lo que da testimonio de la dominación política y económica de la ciudad que se ha extendido por siglos. Rematada por cúpulas altísimas y con un interior de llamativos mosaicos dorados, la iglesia es tan opulenta que se la conoce como la"Iglesia Dorada". La construcción comenzó en el año 828, cuando el cuerpo de San Marco fue traído de regreso a Venecia desde Alejandría en Egipto; la iglesia ha sido reconstruida, ampliada y delicadamente restaurada a lo largo de los siglos.

El Palacio Ducal es uno de los mayores ejemplos del gótico veneciano y guarda en su interior un patrimonio artístico de valor inestimable y muchos secretos. El exterior es una de las vistas más conocidas de Venecia: espléndidas fachadas con dos niveles de columnatas monumentales y un nivel superior decorado con motivos geométricos en piedra blanca y rosa, sobre los que se abren ventanas ojivales con encanto bizantino. Durante la visita al Palacio Ducal podrás ver desde el interior el famoso Puente de los Suspiros, el puente cubierto que una vez unía el palacio Ducal y las prisiones de la Serenissima.

Con poco menos de 4 km de largo, el Gran Canal es la principal vía de comunicación de Venecia: basta con seguir sus orillas para llegar al corazón de la ciudad y encontrar todas las demás atracciones imperdibles. Con un paseo en vaporetto o góndola, es posible admirar los espléndidos edificios que dan al canal.

El Gran Canal es lo primero que verás nada más bajarte del tren y termina cerca de Piazza San Marco. El Casino de Venecia, la casa de juego más antigua del mundo, también tiene vistas al Gran Canal.

Otra atracción cultural imperdible en Venecia es la Scuola Grande di San Rocco, un complejo arquitectónico histórico y elegante, hogar de una hermandad que aún existe en la actualidad. Para decorar las paredes de este ilustre recinto se convocó en el siglo XVI un concurso en el que participaron los principales artistas de la época.

Una de las tradiciones venecianas más famosas del mundo es la"murrina", una elaborada decoración en vidrio soplado de Murano. Será emocionante ver cómo se trabaja el vidrio para producir objetos que son verdaderas creaciones artísticas. En la isla de Murano es posible visitar el Museo del Vidrio. Los objetos hechos con cristal de Murano se pueden comprar en toda Venecia. Para llegar a la isla basta con tomar un vaporetto.

La otra isla de Venecia, cuyo nombre evoca de inmediato una tradición artesanal centenaria, es Burano. Es una isla más pequeña que Murano y menos visitada porque está bastante alejada del centro histórico, por lo que es mucho más tranquila y perfecta para aquellos que quieren catapultarse a una Venecia diferente y pausada. En Burano la"especialidad de la casa" son los encajes, ese es uno procesamiento particular de hilos para obtener una tela ligera, preciosa y ornamentada. Un museo histórico también está dedicado a estos, que vale la pena visitar.