Una obra maestra del Renacimiento, esta villa es famosa por sus jardines en terrazas y fuentes espectaculares, como la Fuente del Órgano y la Fuente de Neptuno. El juego del agua, combinado con la refinada arquitectura, crea una atmósfera mágica e inolvidable.
Una de las residencias más grandiosas de la antigua Roma, construida por el emperador Adriano. Es un vasto complejo de palacios, teatros, baños y jardines que refleja el gusto ecléctico del emperador por el arte y la arquitectura de las culturas que encontró durante sus viajes.
Un parque natural lleno de senderos rodeados de vegetación, profundos desfiladeros y espectaculares cascadas, entre ellas la Grande Cascata, una de las más altas de Italia. Es un lugar perfecto para quienes aman la naturaleza y quieren vivir una experiencia regeneradora en contacto con el paisaje.
Templo de la Sibila y Templo de Vesta
Situados en un promontorio con vistas panorámicas del valle de Aniene, estos templos evocan el antiguo encanto de Tívoli. Se encuentran entre los símbolos de la ciudad y ofrecen una visión evocadora de su pasado romano.
Centro histórico de Tívoli
Caminando por sus calles te encuentras con talleres artesanales, iglesias antiguas como la de San Lorenzo y vistas encantadoras que cuentan la historia milenaria de la ciudad. Una parada relajante para sumergirse en el ambiente local.
Esta majestuosa fortaleza, construida en el siglo XV por el Papa Pío II, domina el centro histórico de Tívoli. Con sus poderosas torres circulares y sus imponentes murallas, es un símbolo de la protección y control papal sobre la ciudad. La fortaleza se puede visitar y ofrece un sugerente testimonio de la historia medieval de Tívoli.